Como ser madre y mujer al mismo tiempo?

Publicado por: @lnkvrd el 27 agosto, 2014
Mama

 

No hay duda alguna cuando escuchamos decir que la maternidad es la mejor etapa de la mujer, pues este estado encierra desde el mismo inicio una serie de vivencias que la cambian de por vida, y aún con los sacrificios que esto signifique, las madres aseguran que no existe un amor más grande, más puro y completo que ese. Las mujeres que cuentan con una pareja a su lado enfrentan por otro lado, el inmenso reto de mantener a flote una familia y además, su relación de pareja. Parece una misión imposible pero vemos ejemplo a diario de mujeres súper poderosas que lo logran. Si en tu caso no te explicas como puedes ser una madre amorosa, dedicada y responsable para tu hijo pero además la mujer perfecta e incondicional para tu pareja, te damos algunas luces a continuación.

Cuando se habla de dos, es difícil encontrar el equilibrio perfecto en el que cada decisión se toma para y por los dos, pero cuando llega un hijo la dificultad se triplica pues no alcanza el tiempo y al parecer lo que haces tampoco es suficiente para ninguna de las partes. Primero, debes tener calma y hablar con tu pareja al respecto. Tanto él como tu hijo tienen un rol diferente y como tal, deben mantenerse aparte. Esto no quiere decir que no los juntes nunca, si no que los momentos de familia son unos muy distintos a los que necesitas mantener con tu novio o esposo. En la medida de lo posible trata de mantener claridad en tu papel como madre y también en el de amante y compañera. Como así? ejemplos: para tu cumpleaños probablemente sientas que ni tienes fuerzas para celebrar y que tu hijo necesita de ti. Error, tu hijo también necesita sentir que eres feliz y que le das lo mejor de ti, no una persona agotada y que cada vez está peor. Eleva tu autoestima y arregla con tu pareja que si no pueden salir, por lo menos preparen juntos una cena en casa, tu plato favorito, una torta que te guste y déjate consentir. Habla con tu pareja para que en adelante no te regale licuadoras o aparatos para esterilizar biberones, nada para la casa o para el bebé cuando se trata de ti. Esas cosas las pueden escoger y comprar juntos, pero hazle saber que mereces algo personal, ropa, joyas o incluso una simple invitación a cine mientras piense en ti.

No hablamos de hacerlo siempre, pero si por una noche especial consigues quien cuide a tu hijo por dos a tres horas, tu relación te lo agradecerá. Ten mucho cuidado también en las pequeñas rutinas en casa, como por ejemplo que pases la noche en el cuarto del bebé o que le permitas dormir contigo en la misma cama que compartes con tu pareja. Acostumbra a los pequeños a tener su espacio para que tu puedas tener intimidad también. Es normal que el sexo pase a un segundo plano, pero hay veces en las que debes hacer excepciones por muy cansada que estés. Puedes empezar por fijar un día específico de esa semana, prepara una ropa interior especial, y arregla acostar a tu bebé para luego contar con el tiempo con tranquilidad. Mantén conversaciones con él y escúchalo, no hables todo el tiempo de tu hijo y lo que él demanda, recuerda que también tienes gustos, cosas que disfrutas como mujer y como persona y nada de eso puede quedar de lado.

Así como pasas tiempo valioso consintiendo, acariciando y diciéndole cosas bellas a tu bebé, haz lo mismo con tu pareja. Si le demuestras que sigues siendo la persona que escogió tal vez el mismo no permita que se enfríen las cosas, te preste una mano con frecuencia con el pequeño y se puedan dar un tiempo para los dos más veces a la semana.

Todo es cuestión de comunicación y de recordar que en la aventura de ser padres están los dos juntos, siempre respetando sus momentos y espacios de intimidad, pues una pareja fuerte y en amor puede entregar lo mismo a su familia y los demás.