Consejos para tener dientes más blancos
Nuestro aspecto en general condiciona un poco la manera como los demás se aproximan a nosotros y establecen algún tipo de contacto. No hablamos de belleza por que todos de algún modo la tenemos, pero si hablamos de higiene, de buena imagen que causa una impresión positiva, y que más que una súper sonrisa que deja a todos sorprendidos.
Algunos cuentan ya con una buena dentadura y otros deben hacer unos esfuerzos o ayudas extra para enderezar aquí o cambiar allá. De cualquier manera nuestros dientes son una puerta de entrada al mundo que debemos cuidar bastante bien, así que te dejamos estos consejos:
Lo primero es tener en cuenta que no es posible cumplir todos los caprichos o antojos que quieras y a la hora que quieras. No se trata de vivir en un regimiento militar, solo de amoldarte a una muy sencilla rutina que poco a poco cumplirás sin darte cuenta. Por ejemplo, deja el exceso de bebidas como el café, el vino o aquellas que son oscuras. Agrega un poco de leche, o toma una taza de ese café al día, no 5 o más. Si es que es muy difícil para ti hacer el sacrificio, lo que puedes hacer es incrementar tu higiene bucal.
El consumo de azúcar también en exceso si que es dañino, pues es el principal causante de la molesta y dolorosa caries. El problema es que si no se le presta atención a tiempo, un diente con caries termina pasando el mal a los dientes contiguos y en estado avanzado, puedes empezar a perderlos.
Fíjate cual es tu rutina de limpieza, será la correcta? lo haces completo? Cepillarse los dientes muy bien, abarcando cada uno, hasta las muelas de atrás es súper importante. No olvides incluir el hilo dental y el enjuague bucal. Esto último permite remover las fibras o pedacitos de alimentos que se incrustan entre los dientes, y remueve los restos de comida que quedan entre las encías y los laterales.
Ir al médico definitivamente no es algo que nos guste mucho, pero cada parte de nuestro cuerpo tiene una función primordial para mantenernos sanos. La buena higiene oral es clave, así que visita a tu odontólogo al menos una vez al año.
Cambia tu cepillo cada tres meses aproximadamente, pues no sabes el tipo de bacterias que va adquiriendo del ambiente y que pueden afectar tu boca. Además, las cerdas se van desgastando y ya no hacen el mismo efecto que al principio.
El último conejo es que a toda costa evites fumar. De esta práctica solo quedan perjuicios en extremo perjudiciales para ti, y si le confieres algún tipo de placer, de seguro encontrarás mil más que no te hacen daño y te harán muy feliz. Cuida tus dientes y sonríele a la vida!
