Mascarilla de chocolate para tu cara

Publicado por: @lnkvrd el 8 enero, 2014
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Este consejo de belleza es un peligro para quienes son adictos al chocolate, pues preparando y aplicando ésta mascarilla toda tu casa olerá a chocolate y querrás comértela en vez de ponerla en tu cara. Pero creemos que podrás ser fuerte y superar el impulso. Con ésta mascarilla te sentirás relajada, tranquila y renovada, así que te contamos lo que vas a necesitar:

Usaremos chocolate amargo, leche, un poco de sal marina y azúcar morena. Lo primero que debes hacer es calentar el chocolate en un recipiente, puede ser al baño de maría, revolviendo constantemente hasta que esté completamente derretido, agrega una cucharada de sal marina, media tacita de leche y tres cucharadas de azúcar morena. Continúa revolviendo para integrar muy bien los ingredientes y espera unos minutos para que la mezcla pierda calor y tome temperatura del ambiente.

Ya puedes aplicar a tu cara usando un pincel suave, que no raye o haga daño a tu piel, y asegúrate de cubrir muy bien dejando libres el contorno de ojos y los labios. Cuando terminas de aplicarla, deja que actúe por un rato o hasta que notes que se va endureciendo. Retira con un paño suave y húmedo con agua tibia para que caiga más fácil. Casi siempre después de que apliques una mascarilla ponte un poco de crema humectante, aunque si quieres obtener el mismo efecto de hidratación con la mascarilla, puedes hacer una variación a la que acabamos de recomendarte. Consigue el mismo chocolate amargo y al calentarlo y derretirlo muy bien, agrega unas cucharadas de aceite de oliva, o aceite de almendras y revuelve. Puedes aplicarlo una vez haya perdido temperatura. Ten mucho cuidado con esto, pues si pones el chocolate demasiado caliente puedes quemarte o dejarte lesiones en tu piel. Prueba untando un dedo y poniendo una gotita en tu mentón para ver si está bien y lo soportas. El último consejo con éste tipo de prácticas de belleza es relajarte, encontrar el tiempo adecuado para vivir el proceso en calma, pues si lo haces de afán y pensando en que te sientes fea o necesitas quitar unas manchas que no te gustan, no consigues mucho. Recuerda que nuestro exterior es reflejo de nuestro interior, así que en la medida de lo posible trata de aplicar tu mascarilla suavemente, recostarte boca arriba, encender unas velas y poner algo de música tranquila para que la experiencia sea agradable en todos los sentidos.